¿Por qué no hay príncipes republicanos? La respuesta a la pregunta

Hoy, desde almendras y mejillones, una paradoja:
El complejo ser humano es muy simple y, además, muy egoísta.

¿Por qué digo que es simple y egoísta? Por que únicamente busca lo mejor para él.
¿Por qué digo que es complejo? Por que camufla muy bien sus objetivos, y porque lo que es mejor para él, es decir, lo que le hace sentir bien, lo que le hace ser feliz, no es tan simple como parece. (ver hedonismo)

En este artículo aplicaré este planteamiento a la política, de ahí el sugerente título.


Los de derechas, conservadores, suelen ser gente que tiene algo que conservar. Pueden ser bienes materiales, o ideas y planteamientos sociales que se niegan a tener que abandonar. Prefieren el conservadurismo para perpetuar su felicidad; son felices con lo que tienen.

Los de izquierdas, revolucionarios o progresistas, suelen ser gente no conforme con el mundo en el que viven. No están de acuerdo con las leyes o con las ideas que rigen el país, no viven a gusto. Por eso quieren cambiarlas.



Hasta aquí la búsqueda de la felicidad (hedonismo) del se humano parece bastante rudimentario, pero no siempre es así:

Hay conservadores que no tienen nada que conservar, y progresistas que no saben explicar su deseo de progreso. Este tipo de personas, siguen estas ideas políticas porqué piensan que hacen el mundo más justo para la mayoría de personas, o para ciertas personas a las que dan mucha importancia. Esta idea de justicia es muy importante en su felicidad y, por tanto, la anteponen a sus deseos más directos de progresar o conservar.

¡Por eso no hay príncipes republicanos! Dado que sus bienes son enormes no anteponen a ellos su idea de justicia. Además, por si fuera poco, les han trasmitido una idea de justicia en la que ellos, con todos sus bienes, encajan en su futura posición de rey.

Este hedonismo canalizado hacia la política explica muchas cosas. Normalmente, las personas al hacerse mayores tiran para la derecha. Evidentemente hay de todo. También habrá comunistas que triunfan el la bolsa o fachas que ven derrotado su imperio y de repente ven en el progreso su motivo de vivir. Pero, en general, tendemos a hacernos más conservadores con la edad. ¿Por qué?

La mayoría de personas jóvenes no tiene mucho que conservar. Quitando cuatro pijos hijos de papis con dinero, los jóvenes estudian o trabajan mucho ganando poco. ¿A no ser que vean en la derecha la idea que les han inculcado de justicia, que motivo tienen para votar el conservadurismo? ¿Qué han de conservar?
Con la edad, estos estudiantes y obreros ganarán posiciones. No querrán perder su posición, sueldo o patrimonio. Pensarán que se lo han ganado, y que otros deben hace lo mismo; que nadie tiene derecho a quitárselo. Además, probablemente tengan una familia que, impulsados por su instinto de macho o hembra dominante, querrán controlar y guiar a su antojo.
Por todas esas razones, se echarán un poco a la derecha. Al principio tímidamente, pero cada vez más a la defensiva, se sentirán amenazados y radicalizarán su posición. Votarán las ideas que de jóvenes odiaban y discutirán con sus hijos sobre cual es el mundo justo o ideal.

 ¡Hasta la próxima Almendras y Mejillones!